Aprovechando que este verano el cielo nocturno está particularmente concurrido y espectacular, quiero compartir con vosotros la experiencia que he ido adquiriendo en los últimos 3 o 4 años en el tema de fotografiar estrellas fugaces.
Mis primeras salidas, imagino que como las de otros muchos, fueron a la playa... en la zona de Chilches, en la costa oriental de Málaga, pero la experiencia no fue muy satisfactoria. Para la siguiente vez, probé suerte con el Torcal de Antequera, que en pleno verano, con las Lágrimas de San Lorenzo (Perseidas). El Torcal estaba de bote en bote, y costaba trabajo encontrar un hueco donde colocarte con comodidad para pasar un largo periodo de tiempo. Al final, logramos un hueco en el Mirador del Ammonite, y está vez fue la cosa mejor... aunque el sistema usado dejaba mucho que desear..., tumbado boca-arriba, con el disparador remoto, haciendo fotos a lo loco, y luego cruzando los dedos para que alguna foto coincidiera con una estrella fugaz... Alguna pillé, pero cientos no, jejeje...
La siguiente vez ya llevaba los deberes aprendidos, lo primero, buscar una ubicación suficientemente oscura y con poca contaminación lumínica... así que nos fuimos a la entrada del Parque Natural de la Sierra de las Nieves, en el Camping Las Conejeras, donde a media madrugada lo de la nieve cobró sentido con un intenso frío que hizo que muchos asistentes desistieran de pasar media noche allí. Esta salida fue bastante más provechosa..., y el procedimiento, un poco a loco, disparador en mano, y buscando en el cielo..., aún así, alguna pudimos pillar...
Las demás veces, siempre ha ido la cosa mucho mejor, sobre todo, porque aprendí varias cosas, la primera, buscar en el cielo nocturno la radiante de la lluvia de estrellas que tocara en esas fechas, esto es, el lugar del firmamento del que parecen partir la mayoría de estrellas fugaces, aunque ya os digo yo que no suele cuadrar, pero ayuda.
Lo siguiente que aprendí es a delegar el trabajo de hacer las fotos al intervalómetro, lo conectas, seleccionas fotos de 30 segundos o un minuto, y lo pones ha hacer fotos hasta que se gaste la batería o la tarjeta de memoria. Esto tiene varias cosas buenas, entre ellas, que al no tener que estar pendiente de la cámara (que la hemos tenido que dejar en enfoque manual y con la hiperfocal buscada), puedes dedicarte a charlar con los amigos, la familia, tu pareja (¿qué puede ser más romántico y bonito que compartir una espectacular noche repleta de estrellas fugaces?, jejeje), beberte unas cervecitas, cenar tranquilo, y al final de la noche, el trabajo fotográfico estará realizado, y habrás podido disfrutar de buena compañía. Este método lo he bautizado como "Fire and Forget" (dispara y olvidate, un termino que se usa para algunos tipos de misiles, que son disparados por el artillero o piloto, pero el misil sólo sabe hacer el resto del trabajo), lo he encontrado muy apropiado, porque tu pulsas en el intervalómetro y te olvidas de la cámara hasta que se acabe la tarjeta o la batería.
Y la tercera cosa que aprendí es que si vas a estar un rato muy largo haciendo fotos, ¿por qué no aprovechar ese tiempo y hacer una circumpolar...? Pues he descubierto que es otra muy buena opción para captar las estrellas fugaces y hacer una bonita circumpolar, y si le colocas un elemento interesante en el primer plano, ya sería una foto casi perfecta... jejeje. En mi blog puedes encontrar un tutorial de cómo realizo y proceso las circumpolares con Adobe Photoshop.
También hay que tener en cuenta que muchas veces tendremos que lidiar con la luz de la luna y contaminación lumínica de las ciudades que tengamos en nuestra zona. En esta foto de arriba, planificando bien la toma, sacamos una gran zona de cielo nocturno, y durante los 90 minutos que estuvimos haciendo fotos, captamos muchas estrellas fugaces, pero también nos tropezamos con la luz que emitía Campillos, y algún que otro coche que pasaba por allí.
Otra cuestión sobre la que no podemos tener control es la suerte, ya que de ella también depende que captemos algún bólido o alguna estrella más espectacular que las demás.
Si hacemos exposiciones muy largas, contando con la radiante y habiendo planificado bien la toma, podemos captar, si la suerte nos acompaña, algunas estrellas espectaculares, como estas dos, una en Campillos y la otra en Torcal de Antequera.
También, muy de vez en cuando, nos visita una piedra de mayor tamaño, que al atravesar nuestra atmósfera se transforma en un bólido. Sólo he tenido suerte un par de veces con estos, en agosto de 2017 en la sierra de Ronda, y en agosto de 2019 en Cabo de Gata, que visité en plena época de perseidas. Aquí os dejo la foto más espectacular que tengo de estas salidas. Además, este año la he usado para celebrar el día del asteroide a nivel mundial.
En resumen, aunque capturar una estrella fugaz es cuestión de suerte, nosotros podemos poner un poquito de nuestra mano, para que la suerte se nos ponga más de cara. Aquí os dejo un resumen que me ha servido mucho en los últimos años.
- Buscar el lugar con menos contaminación lumínica posible, para ello, podemos usar la web www.lightpollutionmap.info, donde podemos localizar la zona en cuestión.
- Buscar información sobre la radiante de la lluvia de estrellas que queramos fotografiar. Aunque las estrellas caen de manera totalmente aleatoria, siempre hay más posibilidades de captarlas si apuntamos nuestra cámara hacia su supuesto origen en el cielo nocturno.
- Usar el objetivo más angular y luminoso que podamos. Mis fotos están tomadas todas con el 15-30 de Tamron, que es F/2,8 en todas las distancias focales.
- Hacer pruebas antes de comenzar la sesión, con varias ISOs y varias duraciones, teniendo en cuenta que si vamos a hacer largas exposiciones, no nos hará falta elevar mucho el ISO de nuestras fotos, lo que también nos permitirá conseguir imágenes con menos ruido.
- Apartarnos de zonas pobladas para evitar el resplandor que el alumbrado público produce.
- Usar el intervalómetro, facilita muchísimo el trabajo y nos ahorra estar pendiente de la cámara durante la sesión, dejándonos tiempo para otras cosas.
- usar la hiperfocal, y después de lograr foco, pasar a enfoque manual, ah, y acordaros de desactivar el estabilizador de la cámara y/o la lente mientras esté en el trípode.
- Programar la salida en los días en que menos luna tengamos, para ello sólo tenemos que revisar cualquier calendario lunar. En el caso que tengamos que salir con luna, como casi siempre ocurre con las Perseidas, buscar por donde sale la Luna, y revisar su hora de salida y puesta, e intentar que nuestra sesión no coincida en lo posible que el tiempo que la luna esté en el cielo, o en su defecto, ubicar una zona opuesta a la luna, para que no nos salga en las fotos.
- Llevar una silla o asiento cómodo, vamos a pasar un largo tiempo sin apenas hacer nada.
- Llevar ropa de abrigo. En pleno verano, el frío literalmente me ha dejado sin dormir y muy mal cuerpo por no llevar abrigo, incluso junto a la Costa del Sol, en el Torcal de Antequera, y en pleno mes de agosto.
- Armarnos de paciencia y no desistir. Yo he perdido muchas estrellas fugaces por dar por terminada la sesión y mientras recogía, aparecer la mejor de la noche y ya no tener el equipo montado.
Nada más, espero que estos consejos os sean de utilidad y los pongáis en práctica, este verano tenemos muchas lluvias de estrellas, como las Delta-acuaridas en julio, con un pico de actividad en la última semana del mes, y las Perseidas, con su pico de actividad a mediados de agosto.
Disfrutad de nuestros cielos nocturnos.
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