Hemos tenido la mala suerte de que el cometa que mejor iba a adornar nuestro cielo nocturno ATLAS (C/2019 Y4) casi "muriera" en su acercamiento al sol, aunque en sus últimos momentos nos regalo un espectáculo que las cámaras del todoobservador telescopio Hubble capto a finales del pasado mes de abril.
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Los fragmentos en los que se rompió el cometa Atlas. Imagen de NASA/ESA/HST. |
Pero este año tenemos muchas más oportunidades de observar en nuestras noches a estos viajeros espaciales, que, de cuando en cuando, se acercan a nuestro vecindario solar y nos permiten su contemplación.
El siguiente en visitarnos con opción de ser contemplado es el SWAN (C/2020 F8), que durante este mes de mayo nos deja ver su coma verde, justo antes del amanecer, si miramos hacia el noreste. Su perielio, el momento más cercano al Sol, será el próximo día 27, y lo podremos contemplar mirando hacía la constelación de Perseo, muy pegado al horizonte, antes de que comienze el día.
El siguiente en visitarnos con opción de ser contemplado es el SWAN (C/2020 F8), que durante este mes de mayo nos deja ver su coma verde, justo antes del amanecer, si miramos hacia el noreste. Su perielio, el momento más cercano al Sol, será el próximo día 27, y lo podremos contemplar mirando hacía la constelación de Perseo, muy pegado al horizonte, antes de que comienze el día.
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Una imagen del cometa SWAN, tomada desde Namibia el pasado 1 de mayo por el astrofotógrafo Gerald Rhemann. |
SWAN no será el único visitante del sistema solar este año, ya que actualmente hay hasta otros cuatro cometas observables con medios ópticos, como prismáticos, telescopios, etc. Estos viajeros espaciales son C/2017 T2 (PANSTARRS), C/2019 Y1 (ATLAS), el C/2019 U6 (Lemmon) y el C/2020 F3 (NEOWISE).
El que más espectáculo promete es el último, NEOWISE, que según todas las estimaciones actuales, asi como observaciones con telescopios, ya presenta una coma verde y una incipiente cola, que si todo sigue bien, adornará nuestros cielos nocturnos durante el mes de julio.
Ninguno de estos cometas son de los del tipo periódico (como el Halley, que nos visita más o menos cada 75 o 76 años). Se trata de astros de reciente descubrimiento, que se supone están realizando su primera aproximación al Sol, y como nuevos que son, no sabemos a ciencia cierta su comportamiento.
Hay que tener en cuenta que en su acercamiento al Sol, estos cuerpos sufren una gran convulsión, cuando los materiales que los forman comienzan a calentarse y a sufrir la tensión gravitatoria que genera su proximidad al astro rey. Esto provoca que desprendan gases y polvo, e incluso, como le ocurrió al ATLAS, se fragmenten. Estos materiales son los que en un principio forman su coma, esa especie de neblina que los envuelve, y más tarde, la cola, un penacho de gases y polvo que se arremolina tras el cometa en su acercacimento y lo preceden en su "huida" del barrio solar. El espectáculo que presentan será más espectacular cuánto mayor sea el tamaño del núcleo del cometa (a mayor tamaño, más coma y más cola).
Esperemos que, una vez que el Covid-19 nos dé una tregua, podamos contemplar a estos incansables navegantes espaciales en nuestras noches de verano.
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